Imagínate que tienes una empresa, con un número de empleados determinado. Esta empresa está conformada por varios departamentos y cada departamento tiene a sus responsables y sus subordinados.
En el departamento de facturación está Pedro. Pedro es uno de los empleados más antiguos de la empresa, es muy hábil en su trabajo, ha sabido adaptarse a los cambios que han venido aconteciendo a nivel empresarial durante los últimos 30 años. Ha estado arrimando el hombro en los peores momentos y ha sabido ganarse a los clientes hasta el punto de que, cuando él coge vacaciones, los clientes se quejan de que Antonio, no les presta la misma atención. Antonio lleva en la empresa tres años, es el empleado directo de Pedro, trata de hacerlo todo igual que su jefe, con la mejor intención, pero no sabe muy bien dónde está la diferencia entre su trabajo y el de Pedro.
Además, de todo esto, Pedro es muy ágil en su trabajo, resuelve con rapidez y cuando Antonio le pregunta cómo lo ha hecho, Pedro, con la mejor intención- pues él no es quién para decirle a los demás cómo tienen que hacer las cosas- le responde que “cada maestrillo tiene su librillo”. Eso sí, Pedro controla los programas de facturación, pero no le pidas nada más a nivel informático porque no es su campo. Ni siquiera quiso que Antonio le instalara el whatsapp de la empresa, porque no se entiende bien con las nuevas tecnologías.
Pedro es un buen jefe, pero ya es abuelo, antes dedicaba todas las horas del mundo a la empresa, ahora ya está pensando es su merecido descanso y en disfrutar de su nieto Kenai, su ojito derecho. Es amable con Antonio, pero notas que a Antonio le falta algo y no sabes cómo va a resultar todo cuando Pedro se jubile, confías en que 5 años serán suficientes para que Antonio se ponga al nivel de Pedro, pero cómo…
Tú, como CEO de la empresa, cada vez que buscas “cursos de reciclaje” para dar solución a las limitaciones informáticas de Pedro (es un activo importantísimo en tu empresa) y a las necesidades de aprendizaje de Antonio, no paras de encontrarte con los términos “reskilling y upskilling”, pero no acabas de ver cómo utilizarlos y dar respuesta a todas las necesidades de este departamento. Además, sabes que hay más casos similares en otros departamentos, cada uno de ellos con sus particularidades.
¿Has visualizado esta empresa? Es el momento de dar respuesta a sus necesidades, ¿no crees?
Si conoces el mentoring (enlace con diferencias entre coaching y mentoring) y los diferentes tipos de mentoring según el target, es el momento de conocer el Mentoring Organizacional.
El Mentoring Organizacional es una metodología de transmisión de conocimientos y aprendizajes basada en el mentoring.
Se implementa que aquellas organizaciones con una riqueza cultural y de conocimientos y problemas con la comunicación, delegación, sustitución, retención de talento y elevación del potencial de las personas que forman los equipos.
Los beneficios del mentoring organizacional son múltiples y cada cual más enriquecedor que el anterior.
¿Recuerdas el knowhow de Pedro? Todos esos conocimientos y habilidades que no sabe cómo transmitir a Antonio, o que sí sabe pero no se cree con el poder o deber de hacerlo. Además Pedro tiene muy integrada la cultura y la inteligencia de la empresa y puede ayudar a que Antonio la integre de una manera tan buena para la empresa como la tiene él.
Por otro lado, ¿recuerdas las competencias tecnológicas de Antonio y sus ganas de aprender y su confusión al no entender qué hace Pedro diferente a él?
Creo que ya puedes hacerte una idea, grosso modo de las implicaciones y beneficios que el Mentoring Organizacional tiene para la empresa, pero, además, proporciona beneficios a las personas y los equipos de trabajo.
Para responderte a esta pregunta, sigue visualizando a Pedro y Antonio. Ahora piensa en cómo puede enriquecerlos un proceso de mentoring organizacional.
El Mentor Organizacional es el profesional encargado de desarrollar e implementar un proceso de mentoring con uno o varios mentees.
Dentro del Mentoring Organizacional existe una formación específica: Organisational Mentor, un profesional que trasciende las competencias de un mentor.
Un Organisational Mentor recibe entrenamiento específico en las 8 competencias clave, imprescindibles para ser mentor y para desarrollar un proceso de mentorización completo.
Estas competencias van más allá de las competencias técnicas o hard skills, inciden en el desarrollo de las soft skills necesarias para llevar a éxito el proceso de mentorización. Estas soft skills llevarán al mentor a transcender individualmente, tanto en el entorno profesional como en el personal.
Si volvemos a la visualización, tú, como empresario, entiendes que un proceso de Mentoring Organizacional es lo que tu empresa necesita. Y, ahora que ya lo sabes, ¿por dónde empiezo?
Para empezar un proceso de Mentoring Organizacional en tu empresa existen dos opciones en función de tus conocimientos y necesidades:
Vale, ya sé cuáles son mis opciones con respecto a la implementación del proceso de Mentoring Organizacional, ahora, ¿cómo hago con los mentores y los mentees?
De nuevo se presentan ante ti dos opciones, en función a las necesidades de tu empresa y de tus empleados:
Ahora, piensa en tu empresa, tienes algún Pedro, algún Antonio, sabes que necesitas que tu Pedro mentorice a tu Antonio para que no se pierda el knowhow de Pedro y también crees que Antonio puede mentorizar a Pedro para ejecutar ese proceso upskilling que le hará aún más efectivo en su desempeño.
Te ofrezco otra visualización. Visualiza tu empresa tras finalizar el proceso de mentorización, una empresa en la que todos los valores están alineados, todas las competencias elevadas, todos los departamentos trabajando de manera coordinada y colaborativa. Visualiza así tu empresa dentro de 2 años. ¿Cuál crees que sería el ROI de este proceso ?
DESPIERTA una nueva red de desarrollo humano. Conócenos:
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